Si posees sexo varias veces con la misma humano lo probable podri­a ser te enamores

El amor y el sexo trabajan como una camino giratoria la quimica manda

El apego, igual que la totalidad de las emociones, goza de un motivo visceral. El pulso se acelera, la opresion arterial sube, se incrementa el movimiento de los intestinos, respiramos mas deprisa, se liberan hormonas asi­ como sentimos ‘mariposas en el estomago’. “Todas estas sensaciones difusas de la seccion toracoabdominal son recogidas por las raices sensoriales de el nervadura vago (X par craneal) cuyo comienzo se localiza en la base de el cerebro (troncoencefalo) asi­ como son dirigidas a las zonas mas modernas de el cerebro (corteza orbitofrontal, insula asi­ como cortex somatosensorial, dentro de diferentes) donde son procesadas de maneras conocedor en buena condicion fisica de sentimiento. Todas estas areas corticales reciben el apelativo de ‘marcadores somaticos’ (Antonio Damasio, 1994), y son zonas en donde la sentimiento se hace sentimiento al ser conscientes de la totalidad de esas sensaciones viscerales que provoca el amor”. Raul Espert, profesor titular de el seccion de Psicobiologia de la Universidad de Valencia y neuropsicologo clinico, dibuja de esta modo el recorrido del apego.

El apego asi­ como el sexo trabajan igual que la paso giratoria en la que un fuerte coctel quimico conformado por neurotransmisores asi­ como hormonas igual que la dopamina, testosterona asi­ como oxitocina, dentro de otros, seri­a apto de atraparnos en las redes de el apego. “Suelo hablar de en especie a mis alumnos que si te acuestas varias veces con la misma pareja, seri­a probable que te enamores”, afirma Raul. En este caso, el sexo te lleva al amor. ?Por que? “El climax libera una oxitocina que te hace notar bastante bien asi­ como activa la totalidad de las zonas de el cerebro que acaban en el enamoramiento. Si competiciones 3 veces el espasmo con la misma ser, al final te enganchas”, sostiene.

Por otra parte, alguien recien enamorado es bastante probable que en poquito lapso acabe consiguiendo relaciones sexuales. “apego y sexo son procesos con una base organica en la cual el objetivo biologico de el gen egoista (Richard Dawkins, 1976) es la perpetuacion de la especie”, asegura.

La droga del apego: 365 dias sobre estres asi­ como entusiasmo

El apego es un sentimiento estresante. Se libera https://datingmentor.org/es/latinomeetup-review demasiado cortisol asi­ como se activa un coctel neurobioquimico en el cabeza que realiza que se comporte de manera excesivamente similar a la del dispendio sobre drogas igual que la cocaina, el cannabis, el alcohol o la heroina. En las fases iniciales se puede adelgazar. Te sientes hiperactivo, obsesionado con tu pareja, duermes menos y tienes menos apetito. “Son sintomas de que una poderosa anfetamina natural (feniletilamina) segregada por tu cabeza campa a las anchas. El enamoramiento asi­ como las drogas poseen en frecuente fenomenos como la tolerancia, la dependencia asi­ como el sindrome sobre abstinencia. En este significado, cuando alguien rompe con la trato de enamoramiento pasional, la cristiano abandonada siente un verdadero dolor emocional al activarse porciones cerebrales como el giro cingulado precedente al lapso que se activan porciones muy profundas de el cerebro (nucleo caudado), que siguen esperando una remuneracion en buena condicion fisica sobre dopamina que Ahora nunca va a regresar con esa persona”, explica el neuropsicologo. La cuenta cerebral seri­a extremadamente similar al sobre un drogadicto con sindrome de abstinencia al que se le ha personal sobre su medicamento.

Pero se cuide, hay cierta tolerancia al apego. El cuerpo se acostumbra. No se puede desear tener esos niveles de quimicos en el cerebro todo el tiempo. Nos volveriamos locos. “El mensaje que te esta mandando el tronco podri­a ser dejes detras esa etapa de apego pasional y sexual a la etapa de apuro demasiado mas tranquila en donde lo que reina no seri­a la dopamina, sino la oxitocina. Aca aparecen la compasion, la empatia y lo que muchos dicen seri­a el apego verdadero. Pasas del revolcon de el sexo puro a los abrazos, las besos, a cogerte sobre la mano, a esa inspeccion complice”, detalla el neuropsicologo.